El yesquero del abedul y sus propiedades medicinales es algo que ha ocupado a individuos de todas las épocas. Es fascinante como los hongos pueden ofrecernos un recurso medicinal tan potente y tan seguro. Seguros, si somos capaces de identificarlos con exactitud. Muchos de los hongos medicinales parasitan árboles y de alguna forma potencian y extraen los principios activos que podemos encontrar en los árboles de origen.
Usos ancestrales del yesquero del Abedul
El yesquero del abedul (Fomitopsis betulina) antiguamente conocido como Piptoporus betulinus, ha sido utilizado desde tiempos antiguos con múltiples propósitos. Su principal uso histórico ha sido como yesca para encender fuego, debido a su capacidad para arder con facilidad. Se han hallado restos de este hongo en asentamientos prehistóricos, lo que sugiere que nuestros antepasados lo usaban para transportar fuego y facilitar su encendido. Tradicionalmente este hongo también ha sido utilizado como material, para guardar navajas y afilar instrumentos. Y por su consistencia acorchada, es posible que también se haya utilizado para realizar algunos utensilios.
Pero más allá de su uso en técnicas de supervivencia, el yesquero del abedul también ha tenido un papel importante en la medicina tradicional. En diferentes culturas se ha empleado como antimicrobiano, cicatrizante y potenciador del sistema inmune. Algunas tradiciones también lo han utilizado para tratar problemas digestivos y respiratorios.


La momia congelada Ötzi y el yesquero del abedul
Uno de los hallazgos más fascinantes relacionados con este hongo proviene de la momia de Ötzi, el Hombre de Hielo, descubierta en los Alpes en 1991. Ötzi, que vivió hace unos 5.300 años, llevaba consigo dos especies de hongos: el Fomes fomentarius y el yesquero del abedul (Fomitopsis betulina). Lógicamente sólo podemos especular sobre los verdaderos motivos, por el cual Ötzi llevaba en su zurrón estos hongos: para ayudarle a encender fuego, para afilar su hacha, por sus propiedades antibióticas, para desinfectar posibles heridas o contra los parásitos intestinales que encontraron en sus intestinos.
Lo que si es cierto, es que Ötzi, los consideraba suficientemente importante como para cargar con ellos. Y es probable que conociera muchos de sus usos, incluso los medicinales. Ya que esta momia ha mostrado señales de una medicina bastante evolucionada, por ejemplo los tatuajes que mostraba en sus extremidades, que correspondían con puntos de acupuntura para luchar contra la artritis que sufría.
Dado que se encontraron rastros de parásitos intestinales en su organismo, algunos investigadores sugieren que Ötzi podría haber usado el yesquero del abedul como antiparasitario natural. Pero esto, son meramente especulaciones, lo que si está claro, es que este hallazgo es una prueba de que las antiguas civilizaciones ya conocían y aprovechaban las propiedades de este hongo.
Te dejo un video donde te hablo sobre el tema
Cómo reconocer al yesquero del abedul
El yesquero del abedul es un hongo de cuerpo fructífero semiduro, con una forma semicircular o de casco, que crece en troncos y ramas muertas de abedules. Su color varía del blanco, grisáceo, al marrón claro en la parte superior, mientras que la parte inferior es de un tono blanquecino con una textura porosa. Su superficie superior suele ser lisa o levemente aterciopelada.


Un rasgo distintivo de este hongo es su adherencia al tronco, ya que parece fusionarse con la corteza del abedul. Se puede encontrar en bosques fríos y templados, principalmente en otoño e invierno, cuando el clima es más húmedo. Sus frutos los carpóforos, pueden crecer durante todo el año, si las condiciones de temperatura y humedad son las adecuadas.
En abedules moribundos es típico que encuentres este tipo de seta. Sin embargo, no siempre verás ejemplares jóvenes. Mi recomendación es que no recolectes ejemplares pasados, sobre todo si muestran señales de estar siendo descompuestos y parasitados por otro tipo de hongos, ya que, en este caso, pueden presentar cierta toxicidad.


Los falsos amigos del yesquero del abedul
Existen otros hongos que pueden confundirse con el yesquero del abedul. Yo llamo a estas especies de plantas y hongos confundibles: «falsos amigos». Para reducir los posibles ejemplares con los que puedes confundirlos, tendrás que saber reconocer primero a los árboles que «sólo» parasita este hongo; «los abedules». Para ello nada mejor que consultar el GBIF, la base de dato mundial en biodiversidad, para saber si en tu zona crecen abedules.
El abedul es un árbol precioso, de hoja perenne. Lo más espectacular de estos árboles son sus troncos blanquecinos, sobre todo en la especie Betula alba (también conocido como Betula pendula). Crece en las riberas de ríos, arroyos y laderas húmedas. En la península Ibérica está muy presente en el norte, también suele plantarse como árbol ornamental Puede alcanzar entre 10 y 30 metros de altura en su hábitat natural.
Lo primero es asegurarte que puedes identificar los abedules. Hay varias especies que parasitan a los abedules, pero conocidas tres medicinales, entre ellas el yesquero del abedul, aquí te describo las otras dos para que sepas diferenciarlas:
- Polyporus foementarius: Este es otro hongo yesquero, es decir, que también ha sido utilizado para hacer yesca, tanto pedazos de él, como las fibras molidas. Aunque también crece en abedules, la consistencia es más leñosa que el Fomitopsis betulina, y tiene un aspecto como de pezuña de caballo. La parte superior del carpóforo, tiene relieve y presentas varias tonalidades, además no huele igual que «el yesquero del abedul». Si por equivocación recolectas esta seta, no te preocupes, a parte de que te verás negr@ para cortarla en rodajas, no estarás consumiendo ninguna seta tóxica ya que también presentan algunas propiedades medicinales, aunque no tan cañeras como las de «el yesquero del abedul» y sus propiedades medicinales.
- Chaga (Inonotus obliquus): Este maravilloso hongo medicinal, ha sido usado por pueblos escandinavos desde la antigüedad por sus propiedades para modular el sistema inmune y sus virtudes adaptógenas (te hablo de esta propiedad más abajo). Aunque este hongo crece en los abedules, no lo vas a encontrar en la península ibérica, ya que crece en bosques más septentrionales. Sin embargo, aunque creciera en la península, sería muy difícil que lo confundieras con el yesquero del abedul, ya que su aspecto, es muy diferente y parece como carbón quemado. Si quieres probar este maravilloso hongo, tendrás que comprarlo, aquí te dejo un link para hacerlo


Para evitar confusiones, lo primero es reconocer el árbol que parasita: el abedul, observar la superficie lisa amarronada y su forma de concha o de riñón, la estructura de poros blanquecino del carpóforo y su olor agradable a hongo.
El yesquero del abedul y sus propiedades medicinales
El yesquero del abedul ha sido valorado en la fitoterapia por sus múltiples propiedades medicinales. Se le atribuyen efectos antimicrobianos, antivirales, antiinflamatorios, antioxidantes e inmunoestimuladores. También se valora su acción para aliviar los síntomas de infecciones respiratorias.
A nivel digestivo el yesquero del abedul y sus propiedades medicinales también son remarcables: contra la disbiosis, úlceras gastroduodenales y para eliminar parásitos intestinales, ha sido, y es, un buen recurso natural.
El yesquero del abedul es también un hongo vulnerario, es decir, se usa para curar heridas, la forma es moler o machar el hongo hasta obtener una especie de polvo fibroso y esponjoso, que se esparce por la herida en situaciones de emergencia. Esta acción frena la hemorragia, por causa mecánica y por los principios activos del yesquero del abedul. Además desinfecta la herida y favorece la cicatrización.
Como ocurre con muchos hongos, el Fomitopsis betulina es un remedio antifúngico, es decir dificulta el crecimiento de otros hongos, posibles adversarios. Por lo que su uso contra candidiasis, u otras afecciones fúngicas de la piel, como pie de atleta, o micosis en la oreja, está más que recomendado.
Otros usos medicinales, no tan conocidos, recogidos de publicaciones científicas son: sus aplicaciones contra la malaria, y su enorme potencial anticancerígeno. En este estudio in vitro, se demostró que la extracción acuosa de Fomitopsis betulina presentaba acciones anticancérigenas en varios tipos de células cancerígenas. Aunque su efecto era mucho más débil que fármacos usados en el tratamiento de quimioterapia como el «cisplatin», su efecto citotóxico frente células sanas era significativamente menor.
En la medicina popular se ha empleado para tratar infecciones, ayudar en la cicatrización de heridas y mejorar la resistencia del organismo ante enfermedades.
Principios activos del yesquero del abedul
Los beneficios medicinales de este hongo se deben a su riqueza en principios activos. Entre los más destacados están:
- Betaglucanos: Los betaglucanos son polisacáridos característicos de muchos hongos medicinales, aquí tienes una entrada sobre el hongo de la inmortalidad, el fabuloso Reishi, el cual presenta una gran concentración de estas sustancias. El yesquero del abedul no tiene, en este aspecto, mucho que envidiar al Reishi, ya que según el micólogo estadunidense Christopher Hobbs, el yesquero del abedul puede llegar a presentar altas concentraciones de beta-glucanos, hasta en un 52%. Estas sustancias son adaptógenas, es decir ayudan al organismo a recuperar el equilibrio y sanar, modulan el sistema inmune y lo estimulan en caso de infección. Son sustancias solubles en agua, pero para su completa extracción, es necesario realizar una decocción (cocer a fuego bajo durante 20 minutos a 1 hora, al final de esta entrada, puedes consultar una receta).
- Ácido agárico: esta sustancia es una de las grades responsables de las virtudes antiparasitarias del yesquero del abedul.
- Ácidos triterpénicos: Con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Hasta 47 triterpenos de tipo lanostano identificados y 18 terpenoides con probados efectos anticancerígenos usados en forma aislada.
- Sesquiterpenos: con 23 tipos identificados en esta especie.
- Compuestos fenólicos: Que contribuyen a su acción antimicrobiana.
En este estudio, se han descubierto hasta la fecha 109 metabolitos secundarios y diversas moléculas pequeñas en F. betulina, junto con los materiales de extracción. Estos materiales de extracción incluyen tanto los cuerpos fructíferos como el caldo de fermentación micelial. En este estudio también se describen las actividades farmacológicas de estos compuestos, entre ellas propiedades anticancerígenas, antiinflamatorias, antimicrobianas y antioxidantes.
Cómo conservar el yesquero del abedul
Para aprovechar el yesquero del abedul y sus propiedades medicinales durante todo el año, es importante conservarlo correctamente. La mejor forma de hacerlo es deshidratándolo. Asegúrate de no recolectar hongos parasitados por otros hongos, con alguna patina blanca o manchas en los poros. Para secarlo deberás cortarlo en laminillas cuando la seta aún esté fresca, porque si esperas y la seta se seca se hará muy complicado el corte. Se puede cortar en rodajas finas y dejarlas secar en una bandeja con papel de periódico, en un lugar ventilado y alejado de la humedad. Otra opción es ensartarlas con un hilo y colgarlas como una cadeneta para facilitar el secado, como te muestro en la foto a continuación.
Una vez seco, es recomendable darle un golpe de calor 70-80º antes de almacenarlo para eliminar posibles insectos, que puedan acabar con el material mientras está almacenado. También puedes congelar las rodajas. Luego, se guarda en un frasco hermético y en un lugar seco y oscuro.


Decocciones con yesquero del abedul
Para extraer sus principios activos, la mejor forma de preparación es mediante decocción, sobre todo si queremos potenciar la extracción de los betaglucanos. A diferencia de una infusión, que se realiza con agua caliente sobre las hierbas, la decocción implica hervir el hongo en agua a fuego lento durante unos 20 a 30 minutos. La cocción prolongada es necesaria para hacer los betaglucanos más biodisponibles, y uno de los principales motivos es la ruptura de estructuras rígidas en la pared celular de los hongos. Estas paredes celulares están compuestas principalmente de quitina, glucanos y, en algunos casos, lignina (especialmente en hongos que crecen sobre madera).
Otra forma, sería la doble extracción, pero este procedimiento es más complejo de explicar en una entrada, y es parte del contenido del taller de preparados micológicos, que imparto de forma presencial. Con la doble extracción garantizamos la extracción de los betaglucanos y los terpenos, que no son tan solubles en agua.
Pero aquí te dejo una receta super práctica para estimular las defensas, para cuando sientes que estás cayendo con un resfriado o cuando ya has caído. El yesquero del abedul siempre será un buen ingrediente para protegerte de cualquier invasión sea de carácter vírico, bacteriano, incluso de parásitos. Dado que su sabor es amargo, se puede combinar con otras plantas para mejorar su palatabilidad. Una buena mezcla es:
- Yesquero del abedul: por sus propiedades antibióticas y para estimular las defensas.
- Frutos de saúco, que también tienen propiedades inmunoestimulantes. Ojo que estos frutos no se pueden comer en estado fresco, ya que sus compuestos cianogenéticos pueden ser muy purgantes, pero en infusión o sometiéndolos a calor pierden totalmente su toxicidad. Si quieres saber más sobre ingredientes aplicados a resfriados y gripes, puedes consultar el Manual de la Botica catarral
- Regaliz, que además de aportar dulzor, es antivírico y sus mucílagos son un balsamo calmante para la garganta irritada.
Cómo hacer la decocción:
- Usa una o dos rodajas del yesquero, intenta trocearlo para aumentar la superficie de extracción, añade una cucharada de frutos de Saúco disecadas y una cucharadita de regaliz (en trocitos).
- En un recipiente añade 3/4 de litro de agua fría (es mejor que se vaya calentando poco a poco) y los ingredientes mencionados.
- Deja cocer a fuego lento durante media hora, ojo que no se te evapore todo el líquido, si es así, la próxima vez tendrás que bajar el fuego. Puedes remediarlo en esa ocasión añadiendo más agua.
- Filtra y rellena un termo, puedes ir bebiendo a traguitos a lo largo del día. Máximo hasta un litro de infusión, máximo 3 días.
Esta combinación de plantas, no sólo mejora el sabor, sino que los ingredientes potencian los efectos beneficiosos del yesquero del abedul. Si te interesa saber más sobre preparados de hongos medicinales, puedes consultar disponibilidad de fechas sobre talleres de preparados micológicos en Herbanostra.
Espero que esta entrada te haya servido para conocer mejor este fascinante hongo y sus aplicaciones. Los hongos medicinales también forman parte de la escuela de Herbalismo de Herbanostra. Si te ha gustado esta entrada, compártela y suscríbete para recibir más contenido sobre: plantas y hongos medicinales y remedios naturales.
Fuentes
- Secondary Metabolites of Fomitopsis betulina: Chemical Structures, Biological Activity and Application Prospects
- Mushroom against Cancer: Aqueous Extract of Fomitopsis betulina in Fight against Tumors
- Fomitopsis betulina (formerly Piptoporus betulinus): the Iceman’s polypore fungus with modern biotechnological potential
- Christopher Hobbs’s Medicinal Mushrooms: The Essential Guide: Boost Immunity, Improve Memory, Fight Cancer, Stop Infection, and Expand Your Consciousness