La relación que existe entre la toxicidad y la enfermedad es de sobra conocida desde la antigüedad. Las purgas y las plantas que provocaban el vómito se usaban frecuentemente para eliminar la toxicidad. Quizás no se usaban los mismos términos que usamos hoy en día, pero el concepto era el mismo. Hipócrates hablaba que un exceso o defecto de los diferentes humores, eran la causa de las enfermedades. A veces usaba plantas para cocer esos humores (plantas que aumentaban la sudoración) y promover así la salida de la toxicidad y reducir sus excesos. Los humores, según Hipócrates, eran cuatro: flema, bilis, sangre y bilis negra. Y aunque estos humores no se corresponden uno a uno a sustancias corporales, es curioso, que bilis, flema y sangre sean sustancias corporales responsables de movilizar toxicidad. En este blog de plantas medicinales seguimos hablando de hacer un detox con plantas de forma segura, sigue leyendo esta entrada para conocer la relación entre toxicidad y enfermedad.
¿Pero qué es la bilis negra?
No existe en el organismo una sustancia de características similares y por supuesto el concepto es metafórico. Un exceso de bilis negra es característico de un temperamento melancólico. La melancolía era el peor de los venenos y una característica común de muchos enfermos terminales. ¿Qué significa esto?. ¿Querría decir Hipócrates, ya hace casi 2000 años, que las emociones juegan un papel crucial en las enfermedades?
¿Por qué os cuento todo esto sobre la teoría de los humores?
¿No os parece curioso que ya Hipócrates estableciera una relación entre un estado de ánimo determinado y enfermedades no sólo de carácter psíquico, sino físico?. Aunque parezca difícil de creer, ya en esa época se sabía de la relación directa entre el ánimo o las emociones y la salud. Además fijaros que se intuye cierta intención de desintoxicar, en aquello de eliminar el exceso de humores. Luego volveré a Hipócrates y a los humores. Pero ahora quiero explicarte un concepto fundamental.
La mayoría de las enfermedades se dan por una acumulación de toxicidad y un disparador emocional
Toxicidad + Estrés = enfermedad
Y es muy importante que entiendas este concepto. La toxicidad que acumulamos a diario es como una bomba de relojería, nuestro organismo se va llenando de pequeñas granadas de mano, minas, esperando a su detonación. Mientras estén inactivas no crearan ningún problema. Si seguimos con la metáfora bélica, y con perdón, para que la toxicidad produzca problemas necesitamos de un disparador. Y ese disparador es una emoción que nos produzca estrés.
¿A qué me refiero con el estrés?
El estrés puede estar provocado por una pérdida, una ruptura, un abuso, un trauma, por relaciones tóxicas de las que no sabemos salir, por una injusticia, bullying, etc. Es decir cualquier situación que nos ponga en alerta y que obligue a nuestras glándulas suprarrenales a producir cortisol. El cortisol no es en sí algo malo, es una hormona que nos ayuda a sobrevivir en situaciones de emergencia, el cerebro y los músculos reciben más carburante, el pulso cardíaco se acelera y las funciones no vitales se retrasan (como la digestión, la reproducción, el sistema inmune, etc). Todo esto nos ayuda en una situación de huida o de lucha. Lo malo del cortisol, es cuando bañan nuestro organismo de forma continuada y no podemos salir de esta situación de vez en cuando, es decir nuestra vida se basa en un estrés continuado. Es decir una situación de tensión arterial alta, de exceso de azúcar disponible en la sangre, de un sistema digestivo e inmunitario deficiente, etc.
Por eso, un estrés prolongado puede ser más malo que darnos un paseo por Chernobyl. Y este estrés no tiene que ser necesariamente algo super malo. Conozco a muchas madres, que con sus tareas profesionales y de crianza, llevan un ritmo de vida difícil de llevar por ningún ser humano. Un ritmo que no pueden parar, ni cuando se van a la cama, repasando las mil y una tareas que hacer al día siguiente. Este estado, aparte de ser inhumano, les está reprimiendo su sistema inmune y son más proclives a detonar su toxicidad.
Toxicidad y enfermedad van de la mano
Os acordáis del caso que os contaba en la entrada de como sé que necesito un detox. Mi clienta que padecía una grave enfermedad autoinmune había sido expuesta de pequeña a una altísima carga de toxicidad, un litro de potente insecticida para acabar con los piojos. Esto le hacía tener muy malas cartas en cuanto a su salud futura, pero lo que desencadenó seguramente su enfermedad fue la vivencia de una situación extremadamente traumática, que ningún niñ@ debería vivenciar. Y esto: TOXICIDAD + ESTRÉS es una de las peores combinaciones que existen.
¿Por qué es el estrés un activador de la toxicidad?
Como os decía el estrés no tiene por qué entenderse como un gran trauma. El estrés puede venir por estar saturado y explotar (burn out) o incluso por no hacer nada y morirse de aburrimiento en tu trabajo (bore out), por trabajos que no nos hacen felices, por tener que correr para cumplir nuestras y otras expectativas, etc. En esa situación de estrés no salimos del sistema simpático de lucha y defensa, y la producción de cortisol y adrenalina, entre otras hormonas, anula por ejemplo el efecto de otras hormonas beneficiosas como la serotonina y la oxitocina. Además, como ya comentábamos, con un cortisol elevado nuestro sistema inmune va a actuar de manera muy deficiente.
“prueba de ello es que cuando te realizan un transplante de órgano, te prescriben corticoides (el cortisol sintético) para reprimir a tu sistema inmune y que no rechaces el nuevo órgano implantado.
El estrés es malo, es muy malo
-El estrés es malo-, nos lo dicen y nosotr@s lo sabemos, pero quizás no habías pensado en la relación tan directa que tiene el estrés con la Toxicidad y la enfermedad. El sistema inmune se encuentra deprimido cuando tenemos altos niveles de cortisol, además la toxicidad causa frecuentemente inflamación crónica (de un tejido u órgano concreto o sistémica) esta inflamación crónica mantiene ocupado al poco sistema inmune que se encuentra activo y ¡la suerte está echada!, como dirían los romanos.
Toxicidad y enfermedad, mala combinación
La Toxicidad y la enfermedad forman un cocktail letal. Pero si somos capaces de vivir una vida equilibrada emocionalmente y conseguimos correr más rápido que el estrés ;-), vamos, librarnos del “sinvivir”. Con seguridad, esa toxicidad no se manifieste y si lo hace, no lo hará de la misma manera que lo haría en una situación de estrés emocional. Por eso os comentaba lo acertado que andaban los médicos hipocráticos, cuando hablaban que el peor de los humores en acumulación, era la bilis negra, característica del temperamento melancólico, el temperamento más sufridor del estrés emocional. Parece que hemos necesitado más 2.000 años para darles la razón. Y eso que somos una civilización avanzada.
Hace 2.000 años ya se usaban técnicas en la fitoterapia para desintoxicar: como el ayuno, las purgas, los eméticos (para provocar el vómito), las sangrías, etc. Hoy en día, por suerte, en el herbalismo tenemos alternativas más respetuosas y más conscientes. Por lo menos es la vía que sigo en el curso Detox consciente Herbal y en los acompañamientos Detox que realizo en la consulta. Te deseo un buen Detox y ya sabes, elimina la toxicidad del organismo de forma periódica y mucho mejor, si puedes, no te estreses.
Como diría Bob Marley: “ Don’t worry about a thing… that is a message to youu” no te preocupes por nada … es un mensaje para ti.