Conocer tus plantas maestras y descubrirlas debería ser una tarea que aprendiésemos desde pequeños, como ocurre en otras culturas…
Cuando empecé a estudiar sobre plantas medicinales, en los primeros cursos de fitoterapia a los que asistí, me hubiera gustado que alguien me hubiera hablado de la existencia de las plantas maestras.
Las plantas maestras son aquellas que te van a acompañar en el proceso de acercarte al mágico reino vegetal. Son únicas, son amables, son seguras y van a abrirte el camino para convertirte en un auténtico conocedor de sus virtudes: las que aparecen en los libros y las que no aparecen.
Si quieres comenzar este camino, podemos hacerlo junt@s, vamos a comenzar con 12 plantas esta primavera, te voy a mostrar como familiarizarte con ellas, para que puedas salir al campo a conocerlas y acercarte a tus plantas maestras.
¿Qué son las plantas maestras?
La primera vez que oí hablar de las plantas maestras fue a la herbalista inglesa Daisy Mae, en un taller que impartió hace unos años en el Algarve. Ella hablaba de la Caléndula, como una de sus plantas maestras. Y a mi, en ese momento, me sorprendió, que una planta tan sencilla, tan conocida pudiera encerrar el misticismo de la maestría. Sin embargo, las plantas maestras, no tienen porque ser plantas con propiedades potentes, o psicotrópicas, o extremadamente hermosas. A veces las plantas más sencillas, pueden darte valiosas lecciones vitales. Te hablo de ello en el siguiente video…
Definir lo que significan las plantas maestras no es tarea fácil, porque no puede decirse que tengan entre ellas características en común. Ni siquiera todo el mundo posee las mismas plantas maestras. Las plantas maestras son aquellas que te desvelan sus secretos, más allá de sus usos más conocidos. Y además son las anfitrionas ideales para presentarte el maravilloso mundo de las plantas medicinales. Gracias a ellas, comienzas a establecer relaciones, a encontrar patrones que te ayudan a saber cómo usarlas y con quién.
¿Por qué es importante conocer tus plantas maestras?
A lo largo de tu vida, te dediques profesionalmente al uso de las plantas medicinales, o no. Si encuentras una o varias plantas maestras, vas a tener estupendas consejeras. Encontramos gracioso, que existan algunas personas que lo curen todo con el Aloe Vera, con el aceite de San Juan o con el curalotodo. Pero realmente no nos hacemos una idea del enorme tesoro que poseen. Y las aplicaciones que ell@s usan, se salen de las aplicaciones racionales explicadas en los libros de textos, pero sin embargo, a ellos les funcionan. ¿Es placebo?, ¿es intuición?, ¿es algo mágico? yo creo que es una mezcla de los tres factores, pero sobre todo es una gran suerte, que, con el conocimiento de un par de plantas puedan alcanzar unos resultados tan eficaces.
Si comienzas a conocer tus plantas maestras, no sólo tendrás remedios maestros o comodines a los que acudir en el momento que necesites un apoyo para que tu cuerpo recupere su energía sanadora. Sino que el conocer otras plantas, a niveles mucho más intuitivos, más profundo que el que aparecen en los libros de textos, te resultará más fácil. Es como cuando ya has aprendido un idioma extranjero, los siguientes idiomas que vas a aprender te van a resultar mucho más fáciles de adquirir.

¿Son las plantas maestras iguales para todo el mundo?
Cómo ya te he comentado, las plantas maestras no son iguales para todo el mundo. Porque las conexiones que podemos hacer con el reino vegetal son muy subjetivas. Existen ciertas plantas con tradiciones mágicas como la ruda o la verbena. O plantas con propiedades psicotrópicas como la mandrágora, el beleño o la datura que han acompañado al ser humano en ceremonias y rituales de iniciación a lo largo de todas las culturas y religiones. Sin embargo, como os decía, no es necesario, que estas plantas posean un potencial medicinal o enteógeno fuerte, para que cambien la manera en la que percibes las plantas.
Tomemos como ejemplo, a la Caléndula. La planta por excelencia para curar heridas y para tratar afecciones de la piel. Si alguna vez en invierno, te tomas el momento, para conectar con un campo de caléndulas, vas a notar algo muy hermoso. Vas a notar esa maravillosa energía protectora, ese manto que cubre la tierra herida, la tierra carente de vegetación. Un efecto similar podemos notar en nuestra piel y nuestra mucosa herida. El olor de la caléndula, no es agradable, es agrio, a algunos les recuerda al sudor. Este olor es una característica que comparte con otras plantas, plantas capaces de reducir la inflamación, de movilizar el flujo de sangre local, y acelerar la curación de heridas. Las aplicaciones de la caléndula, son además “infinitas”, anginas, mejorar el trofismo (estado nutricional de los tejidos) de la piel y músculos, mejorar los prolapsos (consecuencia de un tejido atrófico), mejorar problemas circulatorios, linfáticos, incluso retrasar el proceso de enfermedades neurodegenerativas, por poneros algunos ejemplos.

Toda esta información y mucho más, podemos obtener de la comunicación con nuestras plantas maestras. Y lo mágico es, que si investigas, a veces, encontrarás alguna publicación médica y científica que valida las apreciaciones que has hecho de forma subjetiva y personal.
¿Existe un método para conocer tus plantas maestras?
Esta experiencia de conexión con las plantas maestras, no es nada nuevo, ni es un invento mio. Muchas culturas aborígenes que se encuentran en contacto con la naturaleza, han utilizado este sistema para aprender de los usos medicinales de las plantas. Incluso los animales, si viven en libertad, tienen esa capacidad de dirigirse a las plantas que les vienen bien, para sanar. El conocido literario Goethe, que también era científico, desarrollo un método para desarrollar este tipo de percepción para los fenómenos naturales. Algunos autores como Stephen Harrod Buhner en su libro «La inteligencia del Corazón en la Enseñanza secretas de las plantas«, nos hablan de conectar con las plantas a través del corazón, como un órgano de percepción excepcional.

En mi opinión podemos llegar a esta conexión, trabajando a fondo con una planta. Cuando la buscamos, la recolectamos, la observamos, la tenemos architrillada, convivimos con ella, etc, llega un momento que comienza a desvelarnos sus secretos. Y esto sólo se consigue, en un principio, con perseverancia. Claro que si eres una persona sensible, con experiencia en la meditación y otras prácticas espirituales, eso te va a ayudar. Pero no es absolutamente necesario poseer esta sensibilidad para descubrir a tus plantas maestras. Y aunque su efecto no sea psicotrópico, te aseguro que son plantas que te van a cambiar la percepción y el estado de tu consciencia.
Y como creo que estas son las bases para aprender fitoterapia, para comenzar a saber de plantas. He creado los cursos sobre 12 plantas estacionales, para que según la estación del año puedas salir al campo y descubrir 12 maravillosas plantas maestras, que van a ayudarte y mucho a reconectar con la naturaleza y a comenzar a conocer tus plantas maestras. En la tienda de Herbanostra encontrarás las 12 yerbas de primavera y las 12 plantas de verano. Con Videos, pdf. Descargables e información suficiente para que te sientas segur@, comenzando este maravilloso camino mágico del Herbalismo.